La toxina botulínica es un tratamiento estético que relaja los músculos y suaviza las líneas de expresión. Dependiendo de las necesidades del paciente, puede aplicarse en diferentes áreas:
1. Tercio superior del rostro: Frente, entrecejo y patas de gallo. Ideal para suavizar las líneas de expresión y arrugas.
2. Hiperhidrosis axilar o palmar: Reducción del exceso de sudoración en axilas y palmas.
3. Bandas platismales: Rejuvenecimiento del cuello.
El tratamiento de toxina botulínica no produce dolor en el paciente, es un procedimiento no quirúrgico que puede aplicarse en el consultorio, por lo que no reporta mayores inconvenientes post operatorios.
El paciente no debe acostarse de forma inmediata posteriormente la tratamiento, ni durante las primeras 4 horas.
Se recomienda que después del tratamiento no se realice actividad física, ni se asista a saunas o baños de vapor hasta transcurridas 24 horas.
Podrían aparecer moretones leves después del posteriores al tratamiento que desaparecerán en el transcurso de las horas.